8 lecciones contundentes de la elección que no debemos ignorar

Este 4 de julio representa un punto de inflexión en la historia de Puebla. Los libros de texto del futuro hablarán de este día como el inicio de una transformación obligada que tardó pero finalmente llegó a Puebla. El voto es apenas el primer paso que los ciudadanos debemos dar para empujar una agenda transformadora para Puebla, de ello hablaremos después; hoy, sin embargo debemos recalcar lecciones que no debemos olvidar ante la cadena de sucesos que culminaron el domingo.

1. 1.     No puedes ganar elecciones con candidatos mediocres. Esto no lo quiso ver el PAN hace tres años y perdió rotundamente. Ahora el PRI fue el que ignoró la lección: Zavala y varios candidatos a diputados y presidentes municipales son quizá carismáticos pero a todas luces carentes de la suficiente preparación y dedicación para competir.
2. 2.     Las encuestas NO son confiables ante gobiernos caciquiles. El voto oculto es indescifrable pero muy real: ni las encuestas de salida, ni las supuestas empresas de opinión más “profesionales” pudieron predecir la ventaja tan contundente de Compromiso por Puebla. ¡Vamos ni los propios candidatos ganadores se imaginaron una victoria por tantos puntos! Mucha gente dice una cosa al encuestador por miedo ante el cerco tan descarado del marinismo, algunos incluso aceptan la torta o la despensa, pero a la hora de votar expresan lo que realmente piensan. Y si acaso las encuestas hubieran sido ciertas tendríamos que Zavala habría perdido 30 puntos durante la campaña y al menos la mitad de su ventaja durante la última semana… ¿Mintió Zavala, mintieron las encuestas o mintieron ambos?
3. 3.     Los poblanos ya no se chupan el dedo con medios y periodistas a todas luces comprados. No es necesario mencionar las decenas de “periódicos”, “portales”, “conductores” y “columnistas” que fueron tan pero tan descarados en su opinión o cobertura sesgada que han perdido toda credibilidad con los poblanos. Muchos de ellos deberán transformarse o desaparecer, el público ya no les hace caso, el ciudadano los rebasó.
4. 4.     Las propuestas cuentan y cuentan cada vez más. Entre los sitios de Internet de los candidatos a gobernador y presidente municipal de Puebla sólo morenovalle.org y eduardorivera.org.mx tuvieron una sección específica de propuestas mientras que los demás sólo mencionaban sus propuestas como parte de su sección de noticias. Los dos sitios de los candidatos ganadores fueron también los más visitados (ver tráfico en Alexa) y la sección de propuestas fue la que más tráfico generó entre todas las páginas de dichos sitios. Los datos no mienten: al internauta no le importa si fuiste a tal o cual lugar, le importa conocer el detalle sobre cómo vas a resolver sus problemas. Además la calidad de las propuestas de Compromiso por Puebla fueron las únicas que aprobaron la evaluación del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.  Esperemos ver en las próximas elecciones mucho más esfuerzo en las propuestas y mucho menos pendones o espectaculares con tan sólo la foto del candidato.
5. 5.     Las campañas “negras” si funcionan. Primero hay que distinguir entre campañas negras y “negras”. Las primeras son inventos burdos sin sustento, mientras que las segundas ponen en evidencia acciones que el cerco mediático de los medios comprados impide difundir. Así tenemos que en la red hubo sitios apócrifos que la gente prácticamente no peló, mientras que por ejemplo los videos del escándalo “preciozo” tuvieron colectivamente más de medio millón de visitas en una semana (datos públicos de Youtube). Todos los periódicos locales en línea juntos difícilmente juntan el tráfico que esos videos tuvieron en un periodo similar. La lección es clara: el internet impide mantener secretos y la gente decide por sí sola lo que es creíble de lo que es basura. Wikileaks (sitio para publicar los secretos más reveladores) es un claro testimonio: ni el ejército de Estados Unidos puede ya ocultar las cosas ilegales.
6. 6.     Las alianzas si funcionan. Muchos dijeron tajantemente: “las alianzas no funcionarán”. Curioso pero Puebla, Oaxaca y Sinaloa son testigos contundentes de algo que ya Mario Riestra en su momento comentó: “el agua y el aceite si se pueden mezclar”, esto está documentado científicamente. Además las alianzas con el PAN ganaron 7 millones de ciudadanos al PRI, pues aunque este partido ganó más gubernaturas, el PAN arrebató estados con mucha mayor población.
7. 7.     El pobre despertó. La evolución “lógica” del PREP anticipaba que la ventaja del PAN sería mayor al principio con la captura de las actas urbanas y prácticamente desaparecería conforme llegaran los resultados de las zonas rurales, más afines al PRI. El efecto fue mucho menor del esperado revelando algo muy esperanzador: la población rural demostró que está mucho mejor informada que antes y dijo “ya basta de tanta corrupción y tanta ineficiencia”. Compromiso por Puebla ganó la mitad de los municipios y la mitad de las diputaciones: algo inédito en la historia de Puebla.
8. 8.     El poblano no está casado con ningún partido. Esta es quizá la lección más importante y digna de celebrar. En una elección los poblanos podemos dar carro completo a un partido, en otra derrocar al priísmo, en otra anular el voto de la forma más contundente del país. La gente se hartó y definió con su voto la mejor situación posible para Puebla: habrá alternancia pero no habrá carro completo. Por primera vez tendremos un congreso sin mayoría y eso asegurará un debate que permita sumar lo mejor de cada fuerza política integrando el amplio espectro de opiniones que nos unen en un bien común: el desarrollo de Puebla.

Todos los políticos deben pues aprender estas y otras lecciones: la unión hace la fuerza; gobernador no pone gobernador; no puedes sostener caprichos por haber ganado en el pasado; no puedes ocultar las casas, haciendas, caballos, castillos, autos y viajes producto de la corrupción; con el voto y la unión de los ciudadanos es posible desbancar entramados de intereses y cacicazgos con ochenta años de poder. ¡Tu voto y mi voto si hacen la diferencia!