miércoles, 3 de noviembre de 2010

Las valiosas lecciones sobre Medellín en Nueva York para Puebla


Romper paradigmas y brindar resultados contundentes son quizá los criterios por los que dos de los mejores museos de diseño en el mundo destinan estos meses espacios para la transformación urbana que se está dando en lugares como Medellín. El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) y el Museo del Diseño Cooper Hewitt (también en NY) te sorprenderán siempre por sus exhibiciones temporales, pero en esta ocasión son además escaparate de algo extraordinario que está pasando en lugares como Medellín: si se puede salir de la pobreza, abatir la violencia y fomentar el desarrollo y crecimiento económico de las ciudades antes “fallidas” en tiempos muy cortos.

La antigua Medellín llegó a ser considerada la ciudad más peligrosa del mundosegún el New York Times. La ciudad que antes dominaba el capo Pablo Escobar, metrópoli de dos millones de habitantes, tenía zonas muy pobres en la periferia donde se gestaba el crimen y la descomposición social. Hoy la historia es distinta. Sergio Fajardo fue el alcalde que inició la transformación (seguido hoy por su sucesor Alonso Salazar). ¿La fórmula? Un impulso a esfuerzos paradigmáticos en varios frentes: renovación urbanaeducaciónde alta calidad, emprendurismotransporte público eficiente y micropréstamos a los más pobres.   

“Nuestros edificios más bellos deben estar en las zonas más pobres” dijo Fajardo a sus habitantes, con ello empezó la cruzada más sorprendente de Latinoamérica paracolocar edificios emblemáticos como bibliotecas, jardines botánicos, museos, escuelas y parques en las zonas más deprimidas de la ciudad (busca las fotos en Google, ¡son realmente impactantes e inspiradoras!). Trajo a los mejores arquitectos y urbanistas y en tan sólo cuatro años logró lo que en Puebla no hemos hecho en décadas. ¿Se imaginan un complejo cultural en la Margarita? ¿Qué tal un jardín botánico en medio de Amalucan? ¿O qué tal un museo de arqueología en los barrios pobres de Analco?


Decenas de escuelas con instalaciones de punta fueron construidas, cientos más equipadas con la última tecnología informática. Junto con las bibliotecas hoy brindan cursos no sólo a los alumnos sino a toda la población. El emprendurismo se fomenta a través del proyecto “cultura – E” que incluye cientos de cursos y talleres para microempresarios… ¿Cómo llevar tu contabilidad? ¿Qué tiene un plan de negocios? Además promueveconcursos anuales y fondos para apoyar a cientos de empresas.

Los más pobres reciben microcréditos y asesoría financiera (tal y como lo impulsó el reciente Nobel de Economía con su modelo de micropréstamos) para iniciar negociosmientras los grandes capitales se unen en esfuerzos público-privados para fondear el transporte, los espacios públicos y detonar inversiones en hoteles, centros comerciales y vivienda logrando la transformación y evolución urbana.

Las zonas alejadas y pobres debían integrarse a la ciudad, para ello se instaló un teleférico, amplias vialidades y ciclopistas, servicios de autobús modernos además deabundantes espacios para caminar y moverse por la ciudad. Los tiempos de traslado se redujeron de más de una hora a menos de quince minutos. ¿Te imaginas un teleférico bajando de las zonas contiguas a la Calera y llegando al centro histórico?

Los videos y las imágenes que se exhiben en los museos de Nueva York (en Youtube abundan también) sobre la transformación de Colombia nos invitan a impulsar un esfuerzo similar en Puebla. Muy buena señal que Eduardo Rivera haya ido hace unos díasa Medellín para conocer de viva voz lo que incluso en la Urbe de Hierro y capital del diseño se reconoce ya como una mejor práctica mundial. Moreno Valle ya trae la idea del metrobús. En conjunto ambos deben mirar más allá e impulsar un cambio integral en los frentes que sabemos funcionan: el transporte es una pieza, pero faltan la educación, la transformación urbana, el emprendurismo y los micropréstamos.


Deben moverse rápido y buscar ingresos extraordinarios, una ciudad como Medellín tiene un presupuesto equivalente a casi 14,000 millones de pesos mexicanos (seis veces mayor que los raquíticos dos mil y pico de millones que tiene Puebla, a pesar de ser una ciudad un poco menor). Con proyectos ejecutivos bien diseñados se pueden obtener mucho más recursos de la federación y organismos internacionales. ¡A trabajar señores!, en tres y seis años debemos aspirar a hacer algo tan bueno como Medellín en Puebla… Distamos mucho de estar tan mal como ellos hace unos años y ¡ya nos rebasaron!

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