¿Eres un ciudadano de verdad?
Si sólo votaste el 2 de julio, no has hecho todo para ser un ciudadano de verdad, pero no todo es tu culpa…
El nacimiento de la democracia surge en la antigua Grecia, donde los ciudadanos participaban en la acción gubernamental. El término Demos-puebla y Kratos-gobierno significa precisamente el “gobierno del pueblo” y describe el hecho de que todos los ciudadanos participaban en la toma de decisiones de los gobiernos. La existencia de esclavos permitía que los ciudadanos (ni las mujeres ni los esclavos podían ser ciudadanos en aquel tiempo) tuvieran tiempo de sobra para participar activamente como tomadores de decisiones en las ciudades-estado griegas. El gobierno se consideraba desde entonces por y para el pueblo.
La participación de los ciudadanos en el gobierno cambió durante siglos con el crecimiento demográfico, haciendo imposible que la gente común se dedicara a co-gobernar, perdiéndo gran parte del control sobre los gobernantes. La relación entre gobernante y gobernado tuvo que cambiar. De ahí que surgieran los representantes populares (hoy diputados y senadores) como intermediarios para llevar la voz de los ciudadanos a la acción de gobierno.
La relación entre gobernante y gobernado está nuevamente renaciendo como un vínculo directo gracias a la aprobación de leyes de transparencia y acceso a la información. Estas leyes permiten que el gobernante deje de sentirse dueño de la información sobre las decisiones de gobierno y el uso de recursos públicos. Así la transparencia permite que una vez más, como en la antigua Grecia, los ciudadanos podamos retomar el ideal de que el gobierno es por y para el pueblo gracias a la información que los gobiernos deben brindarnos. La transparencia ha venido a devolver una vía por siglos perdida en la intermediación de los representantes, donde el gobernante y gobernado tienen nuevamente vínculos directos sobre el quehacer gubernamental.
“Sólo las personas que leen, cuestionan, exigen datos, se informan e inciden en las acciones de gobierno, se pueden considerar verdaderos ciudadanos”
Entonces para ser un verdadero ciudadano, tu papel hoy va más allá del simple acto de votar. Muy claro lo ha escrito Ángel Trinidad Zaldívar, funcionario del Instituto Federal de Acceso a la Información: “Sólo las personas que leen, cuestionan, exigen datos, se informan e inciden en las acciones de gobierno, se pueden considerar verdaderos ciudadanos”. Hoy tú debes ser copartícipe del gobierno a través de nuevos esquemas que apenas hace unos meses no teníamos a nuestro alcance. Puntualmente desde este año tu puedes exigir al gobierno estatal que te informe sobre el costo de una carretera, el proceso que se siguió para contratar a x o y empresa, ó, los gastos de celular, gasolina y demás de cualquier funcionario. ¿Suena a sueño? En parte sí…
La transparencia en Puebla está empañada y nos impide ejercer nuestro derecho a ser verdaderos ciudadanos
Orgulloso lo dijo Marín: “pasamos del lugar 32 al 25 en corrupción”, ¡valiente logro! Lo que no dijo es que la mejor forma de acabar con la corrupción y promover el desarrollo económico del estado es con una verdadera transparencia. Tampoco dijo que según el IFAI, el estado de Puebla es el 3º que menos recursos destina a la transparencia por habitante; las palabras son pura demagogia sino hay dinero para ello.
Puebla tiene la 5ª ley más oscura del país, además de enormes barreras que en la práctica hacen muy difícil saber los detalles sobre el quehacer gubernamental. Para ejemplo un botón: en el portal de transparencia del estado es prácticamente imposible hacer una solicitud. El sitio viola los más elementales principios de usabilidad (facilidad para navegarlo) impidiéndonos en la práctica que tú o yo podamos preguntar cualquier cosa al gobierno. Te apuesto que ni los propios funcionarios podrían, tomados por sorpresa, hacer una solicitud en el sitio. Si eres persistente y lo logras, una vez que completas tu solicitud, no sabrás si ésta se envió, el sitio simplemente muere… y muerta está en la práctica nuestra opción para informarnos.
¡Vive! pero vive como un ciudadano de verdad exigiendo al gobierno estatal que transparente todo lo que hace, pregunta y pregúntale mucho…
¡Vive! pero vive como un ciudadano de verdad exigiendo al gobierno estatal que transparente todo lo que hace, pregunta y pregúntale mucho… Sólo así podremos reducir sustantivamente la corrupción, dando a nuestros hijos una Puebla mejor para vivir.
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