Lecciones del DF para Puebla

El Gobierno del Distrito Federal ha tenido últimamente buenas decisiones que debería imitar el Ayuntamiento de Puebla. Vale la pena considerar que la imitación de las nuevas acciones no debe verse con un matiz político de acercamiento con gobiernos perredistas o panistas o priístas, sino como el simple hecho de seguir los buenos ejemplos de otros lados y mejorar con ello la calidad de vida de nuestra ciudad.

La administración pasada el DF inició la construcción de algunas ciclovías. Hoy la nueva administración ha anunciado la construcción de 400 nuevos kilómetros con apoyos del Banco Mundial para un plan integral que involucra brindar seguridad, hacer cambios e incentivos al uso de la bicicleta, proveer espacios para estacionamiento y una campaña de seguridad vial y respeto a los que se desplazan sin contaminar.

Son ya varias ciudades de México que han creado ciclopistas como León con decenas de kilómetros o incluso San Andrés Cholula con esfuerzos de poco alcance, pero que son la semilla de la única práctica que resolverá en el mediano plazo el creciente problema del tráfico. El esfuerzo que inicia el DF es el mayor en su tipo en el país y se apuntaló hace unas semanas con el primer viaje cada mes de todos los funcionarios de mandos superiores en bicicleta a su trabajo. ¡Cómo me gustaría ver a nuestros políticos llegando a trabajar en bicicleta atacando la creciente bola de nieve que será el tráfico! Se tiene que desincentivar el uso del automóvil y promover la bicicleta y el transporte colectivo.

¡Cómo me gustaría ver a nuestros políticos llegando a trabajar en bicicleta atacando la creciente bola de nieve que será el tráfico! Se tiene que desincentivar el uso del automóvil y promover la bicicleta y el transporte colectivo.

Las mejores ciudades europeas e incluso algunas en Colombia tienen modelos reales a los que debemos aspirar en Puebla. Además su adopción sería una buena forma de honrar a ciclistas muertos o que sufrieron varios años de convalecencia como Héctor Cerviño producto del poco respeto a los que van en este medio de transporte. Esperemos pues que se animen a impulsar esta sugerencia. Hace un par de años ya lo habíamos mencionado en esta columna. Hoy el DF nos da un argumento más para iniciar. La 11 sur, la recta, la avenida Forjadores, la diagonal, las orillas del Atoyac y otras vías serían rutas idóneas para empezar.

Otro buen ejemplo es el retiro de espectaculares y pendones en las calles. Puebla está sufriendo de “pendonitis”. Nuestra bella ciudad parece cada vez más un escaparate publicitario sin control. Hay formas adecuadas de difundir eventos, publicidad y más, la que seguimos hoy no es la correcta. Ahí también el DF ya ha retirado cientos de espectaculares en el periférico producto de un proyecto consensuado con los empresarios del ramo publicitario. La ciudad está retomando el cuidado de la estética de paisaje. En Puebla no debemos quedarnos atrás.

Finalmente el tercer esfuerzo ha sido el de la instalación de playas para el esparcimiento principalmente de la gente de escasos recursos. Esta medida ha sido muy bien aceptada. No olvidemos que esta innovación inició en París y ahora el DF la ha llevado acabo con éxito. Esta medida tiene beneficios intangibles como la promoción del deporte y además aleja a los jóvenes del delito y otros vicios. Querétaro ya se está apuntando, ¿se animará Puebla también?


¿Desquitaste tu sueldo? mes 4: la crónica de un delito cibernético con pruebas a tu alcance

Un tercio del año sin hacer nada. Como lo anunciamos el mes pasado, las pruebas de un robo plenamente demostrado están en línea. Aquí se las narro para que cualquiera de ustedes las corrobore y las autoridades se pongan a trabajar.

Hecho uno: al ingresar a www.archive.org pueden consultar una “fotografía” de cómo se veían los sitios web en distintos momentos del pasado. Este sitio es un esfuerzo titánico por dejar una memoria histórica de todo el Internet a lo largo del tiempo en todo el mundo. Escriban pues en dicha página la dirección puebla.com.mx y verán las distintas versiones de cómo se ha visto este sitio desde 1998 hasta hace unos meses. Pues bien si entran a cualquier fecha disponible en los primeros años (por ejemplo en 2000) verán que este sitio mostraba contenidos del gobierno estatal. Más adelante por ejemplo el 29 de enero del 2005 dicha página apuntaba a la del entonces candidato a gobernador de nuestro estado por el PRI. En fechas más recientes el dominio se preparaba para usarse como sitio particular.

Hecho dos: el complemento de la prueba es escribir a NIC México (la empresa responsable de los dominios mexicanos) para preguntar si el actual dueño del dominio puebla.com.mx ha sido el mismo desde 1998.
La respuesta es un contundente SI (de ello tengo correos y cualquiera de ustedes obtendrá la misma respuesta). El dominio fue comprado por el gobierno en el sexenio de Bartlett por un entonces empleado (su nombre lo pueden ver en www.nic.mx) a quien por cuestiones técnicas se le asignó como contacto para el dominio. Este mismo empleado cometió un delito electoral, pues un activo gubernamental que durante años se uso como medio de información oficial, se aprovechó para promover al entonces candidato a gobernador durante la campaña en Internet. Luego este personaje simplemente se quedó el dominio ¿acaso como “regalo”?, en otras palabras se robó el dominio propiedad del gobierno del estado. De todo esto repito, las pruebas están al alcance de cualquiera hoy mismo en Internet. Ahora con pruebas contundentes, ¿harán algo los funcionarios, por ejemplo los responsables en finanzas de los bienes de gobierno, o seguirán en la nómina cobrando el cheque sin desquitar el sueldo?

Este mismo empleado cometió un delito electoral, pues un activo gubernamental que durante años se uso como medio de información oficial, se aprovechó para promover al entonces candidato a gobernador durante la campaña en Internet.

Los otros pendientes siguen en la congeladora: imposible preguntar en línea sobre el gasto gubernamental ni poder ver en el sitio de transparencia más allá de los ocho renglones de gastos.