Tu trabajo está cambiando, ¿ya te diste cuenta?

Los empleos mejor pagados del mundo ya no son privilegio de los países en desarrollo. No hay que estar en Suecia, Estados Unidos o Reino Unido… Las barreras físicas se transforman poco a poco en barreras de conocimiento. Antes el sueldo promedio de alguien en el primer mundo era mayor al del mundo desarrollado. Hoy las diferencias empiezan a surgir entre los trabajadores del conocimiento, la élite de los “white collar” versus los trabajadores cuyo principal activo es su presencia, su fuerza física, su habilidad para cocinar, limpiar, sembrar, instalar, es decir los llamados “blue collar”.

El trabajador del conocimiento opera en el ámbito de la “mente-factura”, el trabajador tradicional se mantiene en la manufactura o el trabajo básico. El trabajador del conocimiento ya no está atado a estar en un país específico, en una oficina en particular, a horarios laborales. Hoy los nuevos trabajos pueden obtenerse en cualquier lugar, cumpliendo proyectos y metas específicas sin importar la presencia física o los horarios de trabajo. Hoy basta entrar a diversos sitios de “freelance” para conseguir por ejemplo diversas ofertas para un trabajo de programación o diseño de gente de la India, Argentina, Corea o el lugar que se te ocurra.

Este paradigmático nuevo mundo, desconocido aún para muchos representa la mayor oportunidad de desarrollo de personas y regiones antes desconectadas del desarrollo. Para ello sin embargo se requieren medidas audaces, rápidas y eficaces tanto del gobierno como de las universidades, empresas y personas.

El gobierno debe apostarle al conocimiento como principal factor de competitividad con inversión en educación, telecomunicaciones, infraestructura tecnológica y un marco legal protector de la propiedad intelectual. ¿Suena complicado o muy alejando a nuestra realidad?... En Monterrey ya se consideran la “Ciudad del Conocimiento” y más allá de un título rimbombante hay hoy un parque tecnológico de primer mundo con varios edificios de Motorola, el Tec de Monterrey y diversas empresas de alta tecnología. Además adecuaron y crearon nuevas leyes para fomentar la economía del conocimiento además de congregar a líderes de diversas áreas para impulsar las cadenas productivas en clusters específicos (software, nanotecnología, etc.). Los resultados son sorprendentes para una iniciativa reciente. En Puebla, a pesar de ser el estado con más universidades per cápita y el segundo en números totales apenas hay esfuerzos aislados incipientes.

Las universidades por su lado deben adecuar su currícula en plazos mucho más cortos inculcando habilidades concretas más que conocimientos específicos. Todo lo que el mundo sabe hoy en todas las ramas de la ciencia es el doble de lo que sabíamos apenas hace cuatro años y es la mitad de lo que sabremos para las Olimpiadas del 2012. Hoy en mi empresa necesitamos arquitectos de información y ninguna universidad en el país inculca los conocimientos necesarios; todavía enseñan los conocimientos requeridos por la economía tradicional (y aún ahí a veces con tal de ganar dinero otorgan títulos a gente que no sabe cosas elementales de su carrera, ¡te podría contar algunas historias de terror!). Las universidades se verán presionadas como nunca para generar trabajadores con capacidad para el aprendizaje continuo y habilidades en el uso de herramientas tecnológicas. Además deberán moverse más allá del ámbito estrictamente educativo para vincularse con la industria e incubar empresas del conocimiento. En ese aspecto la Upaep es pionera con su incubadora Unincube para empresas de tecnología ¡enhorabuena! Pero los esfuerzos deben ser mayores, en más ámbitos y de forma más acelerada.

Las empresas deben transformarse para competir contra las mejores del mundo desarrollando ventajas competitivas muy específicas, de otra forma simplemente serán comidas: ¿se acuerdan de Blanco y Gigante, o de las farmacias chiquitas y mal surtidas, qué tal de la papelería de la esquina desapareciendo ante Office Depot? Todo es cuestión de tiempo para que en prácticamente todos los giros la globalización obligue a los mediocres a transformarse o desaparecer.

En tu cancha personal el mayor reto será el de la reinvención y el aprendizaje de nuevos conocimientos y habilidades. Deberás competir contra miles de hindús en el software, panameños en servicio al cliente vía telefónica, coreanos en la producción de dispositivos móviles, israelís en el cultivos de frutos. Si hoy te mides contra tu colega de la oficina vas mal. Tu competencia serán los miles que hacen algo mejor que tú. ¿La solución? Estudia, aprende, actualízate y ponte como meta ser cada día mejor en algo muy particular. Pregúntate: ¿qué puedo o qué podría hacer mejor que 100,000 habitantes? Si tienes la respuesta, persíguela y te irá muy bien (si necesitas ayuda escríbeme y con gusto te puedo dar algunos consejos). Te aseguro que si dedicas cada día una hora a aprender en ese ámbito en unos años tu trabajo será retribuido como nunca imaginaste: ¡serás un trabajador del conocimiento!

¡Becas para ti que realmente quieres ser mejor!

Hace unos días hubo el primer congreso de ex alumnos del Instituto Tecnológico de Massachusetts en Latinoamérica. MIT está impulsando una estrategia para globalizar su alcance y fomentar el ingreso de más alumnos de todo el mundo. En ese contexto hay ya un programa de becas creado por mexicanos para mexicanos que lamentablemente casi no ha sido aprovechado. Si tienes el talento y las ganas de estudiar una maestría o doctorado aprovecha este fondo. ¡Si conoces a alguien que pueda aprovechar esta oportunidad avísale!