“It´s the Internet, stupid!”

La cuesta es para arriba y tomará tiempo. A los funcionarios y políticos habrá que repetirles unas treinta, cincuenta o mil veces para que les caiga el veinte… Hoy en Puebla casi dos millones de personas navegan día a día internet, pero ellos lo ignoran o no le dan la debida atención. El mensaje es claro: hay que usar internet y hay que hacerlo de forma inteligente. Tener un perfil en facebook, crear tu página o anunciarte en los sitios de columnas que sólo los políticos leen no es usar internet de forma inteligente.

Facebook no es Internet y estar en facebook no significa ganar votos: la moda entre políticos es tener un perfil en facebook, pero no saben para qué. Las guerras en las columnas giran alrededor de quién tiene más seguidores, pero eso no significa absolutamente nada. Si tienes 3,000 contactos en tu agenda y un amigo tiene 100 ¿quién hace más negocios? Depende de las llamadas que hagas, a quién las hagas y qué mensaje y propuesta entregues. Un amigo con 100 contactos puede cerrar 10 negocios y otro con miles de contactos simplemente se enfoca en agregar y agregar contactos, sin cerrar negocios… con los votos es igual. Hoy no percibo una agenda clara en los mensajes políticos de las decenas de perfiles que me han agregado como amigo. Ayer dio muchos ejemplos de ello Alejandro Rodríguez en su columna “Los facebooks políticos”. Acierta en el olvido que los candidatos hacen de actualizar su perfil o decir cosas relevantes. Vale la pena aclarar sin embargo, que ningún candidato puede tener más de 5,000 amigos por limitantes de Facebook, de ahí que tengas que crear varios perfiles y grupos, en función de cómo quieres interactuar.

El desdén por los internautas aparece en todos lados de múltiples formas: el más recurrente es tener una página web que no sirve para nada (más que para anunciar que ya tienes una). Así por ejemplo tenemos al PRI con su sitio comotelatepuebla.com que propone que propongas… pero te hace la vida imposible para ello. Es difícil encontrar a dónde hacer una propuesta y si encuentras cómo, te obligan a registrarte y dar tantos datos que mejor abandonas el intento. El efecto de abandono en una página es como un embudo: entran 1,000, 100 encuentran cómo registrarse, 10 se registran y 1 propone. Ahuyentaste en el proceso a la mayoría de los que ya habían dado el paso clave: entrar a tu página. Este fenómeno se repite en cientos de sitios que olvidan lo esencial: ¿qué quieren lograr y a quién quieren servir? Lo mismo sucede con sitios del PAN, del PRD (muchos partidos y candidatos ni siquiera tienen sitio).

El crear una página y anunciarla en espectaculares no te llevará tráfico. Hoy tienes que estar a donde están los que navegan. Por cada diez mil personas que ven un espectacular aproximadamente 1 tecleará la dirección. Por cada diez mil personas que vean un banner 100 harán clic, si tu banner es bueno la cifra puede ser mucho mejor. Todos los precandidatos saturan la ciudad con espectaculares y pendones. Algunos ya ponen el URL de su sitio, pero olvidan los pendones que importan a los internautas: aparecer en buscadores y tener banners en los sitios que navegan. Así la ciudad ve camionetas Montero por doquiera, Eduardo Rivera nos dice “usted manda” y Humberto Aguilar nos propone que “lo que nos une es Puebla” pero olvidan invertir en los espectaculares y pendones que si ven los jóvenes… Ninguno está anunciado en Facebook (anunciado no es lo mismo que tener un perfil), metroflog, hotmail y los sitios más visitados por los internautas en Puebla. ¡Ahí están los votos y ahí no están ellos! Si acaso se anuncian lo hacen en los únicos sitios que los candidatos leen, pero olvidan que la mayoría de los electores no están navegando sitios de columnas y noticias. Olvidan además diseñar los sitios correctamente para que aparezcan en buscadores: si los buscas, difícilmente los encuentras.

Finalmente es importante que tu sitio y las redes sociales que lo acompañen cumplan con una estrategia clara: tu mensaje ya no puede ser simplemente lo que pones en un espectacular: el internauta demanda mucho más: quiere propuestas y “calls to action”. ¿Qué hacer y cómo hacerlo? Ello será motivo de otro artículo.