lunes, 17 de mayo de 2010

5 preguntas que los columnistas y medios pagados no quieren hacer en esta elección

Es realmente sorprendente revisar la cantidad de periódicos, programas radiofónicos y columnistas que simple y sencillamente escriben o hablan a modo de lo que indiquen las dádivas gubernamentales. Su cobertura noticiosa, su pobreza de análisis o su sistemático desprecio por el intelecto de los lectores es prueba fehaciente de que han vendido su conciencia al patrón que los nutre. Hoy Puebla requiere respuestas a cientos de preguntas que la sociedad está ansiosa de obtener, pero que casi ningún medio está atendiendo… A ellos les preocupa estar bien con el que paga la pluma, en lugar del que la lee, no extraña pues que pierdan credibilidad día con día, tal como los políticos a los que adulan. Aquí una lista de algunas preguntas que difícilmente podrían plantear sin incomodar al patrón.

  1. ¿Son viables las propuestas de los candidatos? No hemos visto análisis detallados, entrevistas que comparen sin tintes políticos las propuestas, que midan su factibilidad económica, política y social. ¿Hacen sentido para Puebla? ¿Hay proyectos más relevantes o prioritarios que los propuestos? ¿Qué sugieren los institutos de competitividad? ¿Qué agenda de proyectos sacaron a otros estados o países adelante? ¿Qué comentaron los expertos en los foros organizados por las cámaras o asociaciones como Actívate por Puebla? Eso no importa para los medios a sueldo. La nota relevante es si fulano o zutano llenó más la plaza, si tal partido tapizó de publicidad o quitó la del otro. La nota no analiza si lo que propuso el candidato nos sacará del estado de retraso que sin duda tenemos en prácticamente todos los frentes.

  2. ¿Qué capacidad y experiencia probada tienen los candidatos? Es increíble que se desperdicie más tinta en hablar de si el candidato sale con tal o cual pose en su publicidad o de si la gente que sale con ellos está borrosa o bonita, en lugar de analizar los resultados y experiencia probada de los candidatos. ¿Qué tal ver resultados objetivos de su paso como secretarios o diputados? ¿Mejoraron los indicadores? ¿Hicieron cambios legales para mejorar las condiciones de Puebla? ¿Hubo avances objetivos o el funcionario sólo repartió despensas y regalos empeorando los indicadores de pobreza y marginación? ¿Qué resultados tangibles tuvieron antes de llegar a ser candidatos? Si buscas entre decenas de columnas sólo encontrarás choros como si tal o cual encuesta dice que uno es mejor que el otro, pero casi nada habrá de lo que realmente cuenta ¿saben o no gobernar?

  3. ¿Por qué no debatir y comparar las propuestas en la mayor cantidad de foros posibles? Escuchamos mitos y sinsentidos que defienden algunos columnistas a sueldo: “el candidato debatirá con la gente, no con alguien sin propuesta”, “quiere debatir porque va abajo”. Es patético que casi no haya columnistas que exijan tres, cinco o diez debates. Debería haber debates temáticos con réplicas y contrarréplicas, en internet, en la tele, en el radio, en diversas regiones del estado, sobre todo tipo de temas: seguridad, competitividad, turismo, educación… En todos se debería analizar no sólo el qué, sino los cómos. Nunca la información y discusión abierta ha hecho daño a ninguna sociedad, las más avanzadas son las que más tiempo dedican a difundir, comparar y retroalimentar las campañas. Si un candidato puede mejorar sus propuestas, qué mejor que con la retroalimentación de la sociedad. No es concebible que haya comunicadores que se nieguen a varios y profundos debates, simplemente no cabe en ningún cerebro pensante defender el silencio… a meno$$$$ que el patrón diga ¡shhh!

  4. ¿Cómo puede un “humilde” servidor público comprar una propiedad con $3,000,000 de pesos en efectivo? La nota para los columnistas a modo nunca va más allá de lo que dicte el gobierno. En ningún país civilizado se dejaría de cuestionar y analizar la declaración patrimonial del funcionario, sumando el sueldo obtenido históricamente y restando un gasto familiar razonable para ver si alcanza para pagar una casa de esa forma. Cualquier columnista preocupado por sus lectores cuestionaría el porqué se oculta el pago al hacerlo en efectivo, en lugar de con cheque o transferencia. ¿Se pagarían los impuestos correspondientes? ¿Se hizo la operación con un cuate notario? ¿Cómo puede el funcionario tener tanto dinero en efectivo? La nota nunca debería ser si la casa tiene vicios ocultos, sino de dónde vino el dinero del funcionario que la pagó.

  5. ¿Qué opinan los ciudadanos? Quizá el mayor error del medio o columnista a sueldo es el que comparten con el burócrata corrupto. La misión de ambos radica en agradar al de “arriba”, en lugar de al ciudadano o lector al que supuestamente sirven. Basta escuchar cada mañana al “comunicador de radio” de moda entre los políticos para ver un desfile de dimes y diretes entre uno y otro partido. La voz del ciudadano real, de sus preocupaciones, de sus problemas jamás, ni por casualidad está en la agenda. El fenómeno es común a todos los periodistas y medios a sueldo. Es casi imposible leer en las columnas sobre problemas que vive el ciudadano común y corriente como el tráfico en las calles, las vialidades sin bachear, los contrastes entre los lujosos fraccionamientos y la miseria de alrededor, el crecimiento anárquico, la delincuencia, la falta de un marco legal que proteja al microempresario, las compras de gobierno de forma transparente, el transporte público de pésima calidad, la extorsión y corrupción, la falta de cobertura en servicios de salud y un largo, larguísimo etcétera de preocupaciones que viven los ciudadanos y lectores.

Si no se comenta el problema, mucho menos se analizan las posibles soluciones. Los ciudadanos estamos secuestrados por un círculo rojo al servicio del gobierno y funcionarios que sólo nos buscan cuando quieren ganar votos. Los problemas y las soluciones no tienen cabida en las plumas a modo. ¿Se atreverán a atender estas y muchas otras preguntas?

1 comentario:

  1. Nuevamente de acuerdo contigo Iñaki. Se discuten las formas y no el fondo. En la realidad, no hay condiciones para un debate de candidatos simplemente porque no hay temas a debatir, no existen propuestas estructuradas y fundamentadas (mucho menos apoyadas o estudiadas por especialistas). En resumen: no hay proyecto de estado, solo un afan de ganar. Ganar a como (y cuanto $$) sea posible (al fin y al cabo, el dinero para las campañas lo pagamos los que sí pagamos impuestos). También concuerdo que lo de los vicios ocultos en la casa que compró Zavala es una vacilada. Apenas veía en un promocional televisivo a una señora diciendo que su voto era con Zavala, porque "era del pueblo y conoce al pueblo". ¿Cuántos hijos del pueblo podemos pagar en efectivo una casa de 3 millones de pesos? (digo, del pueblo, porque funcionarios públicos probablemente más de uno).

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