martes, 24 de octubre de 2006

Circo, cuentos y castigos: la medicina para los poblanos

Cuando empecé mis colaboraciones en la revista Cover tocaba en repetidas ocasiones temas de tecnología, competitividad, Internet, administración del conocimiento y más. Son temas que conozco y en los cuales trabajo de forma cotidiana. ¡Qué más quisiera que dedicarme a ello en mis artículos! La triste realidad es que hay temas urgentes que debemos resolver para poder dedicarnos a los temas verdaderamente importantes que están catapultando a otros países y regiones de México al desarrollo. Mientras tanto no me queda de otra, sino alzar la voz como un ciudadano más para presionar al gobierno para corregir los temas urgentes. Espero que la conciencia colectiva de los poblanos escuche y se haga escuchar.

Aquí en Puebla mientras no movemos ni un dedo a pesar de la práctica constante de las verdades a medias o simples y llanas mentiras del gobierno estatal.

Las primeras planas internacionales nos muestran cómo en Hungría las manifestaciones llevan ya semanas y no cesan por una simple mentira de su presidente, una sola. Aquí en Puebla mientras tanto no movemos ni un dedo a pesar de la práctica constante de las verdades a medias o simples y llanas mentiras del gobierno estatal. Semana tras semana nuestro gobierno nos brinda ejemplos varios de la mentira, el engaño y la falta de transparencia.

Es de verdad para Ripleys, pero son tantas las mentiras que ya nos estamos acostumbrando. Ahí están las primeras mentiras piadosas que nos fueron descubriendo la verdadera esencia de éste gobierno con casos como el de “Marín no fue a ver a Madrazo” para que luego el Reforma mostrara fotos de su asistencia. Luego siguieron toda una cascada de imprecisiones y contradicciones por el caso Lydia Cacho, conocidas por todos. Cuán diferente hubiera sido la imagen del gobernador si simplemente hubiera reconocido, como muchos otros gobernadores, senadores y demás funcionarios involucrados con el empresario de la mezclilla que dijeron, “si es mi voz, sí lo conozco, sí hablo así, disculpen”, al final no asusta el ejercicio del “cabroñol” como ingeniosamente lo llamó Monsiváis, sino la negación de su uso y la verdad que hay detrás. Síntoma de ello son los abucheos que persiguen al gobernante, lo mismo en los premios Oye, que en la matanza de chivos en Tehuacán. Esos abucheos seguirán en donde las masas pueden hablar anónimamente.

El mayor problema no es lo ya narrado, sino la práctica de gobierno que está emergiendo para paliar la falta de resultados en el quehacer gubernamental. Estamos en una regresión y vuelta a las viejas prácticas de circo y teatro para el pueblo, cuentos para todos y castigos para los que prendan la luz en la función.

El circo y teatro vienen en paquetes de veinte millones de pesos por evento. Dinero que se va a los que menos lo necesitan: Adal, Emilio, los artistas. Alguna derrama económica generó en los hoteles, pero a los pobres de la periferia de la ciudad, del interior del estado, en nada benefició. Mucho menos a la cultura, pues los Premios Oye consumieron veinte veces el presupuesto del Festival Internacional de Puebla. Además el circo tuvo que aderezarse con mentira. Pobre mujer que tuvo que soportar los gritos de “precioso” y bonita la edición en la versión que pasó a nivel nacional: aplausos y más aplausos. ¡Claro, como el patrón paga el show, no podían faltar las porras!

Los cuentos para todos están en cualquier lugar, cada cinco minutos, se llaman “Avances”.

Los cuentos para todos están en cualquier lugar, cada cinco minutos, se llaman “Avances”. Tengo ya registradas tres contundentes mentiras… Primero una más producto del descuido que de un afán de mentir, cambiaron el nombre a Felipe Sánchez, presidente de Microsoft como el que firmó el convenio para el desarrollo de software en Puebla. Triste que un gobierno estatal no pueda siquiera cuidar el nombre del titular de una empresa tan destacada… Los cuentos más graves son más recientes: “En Puebla se respeta la libertad de expresión”, bonita forma de distraer cómo días antes se apagó al medio más crítico del gobierno al suspender su programación de radio, dicen algunos que a un costo de un millón de pesos mensual. Está por ahí además la edición de fotos en Milenio, para sentar en un fotomontaje al gobernador junto a la gente importante. ¿Se imaginan ustedes en qué ocupan su tiempo nuestros funcionarios?... El tercer cuento es de lo más fino y sutil. Tres días antes de la semana estatal de transparencia se pide al IFAI con carácter de urgente firmar un convenio para usar Infomex, un sistema para hacer solicitudes de información que éste organismo regala a los gobiernos para promover la transparencia. Los funcionarios del IFAI trabajaron pues todo el fin de semana para tener listo el convenio el lunes. Ya en pleno evento, a minutos de la firma y con el consejero del IFAI pasando al presidium a dar su discurso se pasó la nota de “el gobierno no va a firmar”. El funcionario tuvo que improvisar y ocultar por su institucionalidad el enojo por la mala pasada. El convenio tenía como actores al Banco Mundial, al IFAI y al Gobierno Estatal y claramente indicaba que el uso de Infomex se debería dar realmente con la firma, en otras palabras no se permitía firmar el convenio sólo para lucimiento político del estado. Así nuestro gobierno estatal sacó el cobre como si se tratara de jugar canicas y echarse para atrás a la hora de tirar, bien pero bien profesionalito. A pesar de ello los “avances” si presumieron que en Puebla se usaría Infomex y que “en Puebla la transparencia gubernamental es prioridad”. Atole con el dedo para los ciudadanos comunes.

Los castigos a los que prenden la luz en la función se están fraguando o de plano ya se echaron a andar. A Telmex le quitaron el contrato de cientos de líneas telefónicas, por “filtrar conversaciones” sobre Lydia Cacho, ah caray, ¡pues que no dijeron que eran mentira! Al programa de radio de La Quinta Columna, como ya lo mencionamos, lo apagaron. El Complejo Cultural Siglo XXI, se quiere concesionar a TV Azteca como premio a su buen trato con el gobierno estatal. Zanahorias para “promover” tratos benignos y garrotes para “penalizar” al que muestra la realidad de un gobierno inepto y mentiroso. Curioso que además se olvida que las contrataciones telefónicas y concesiones de un inmueble se dan a capricho y no producto de un proceso de licitación transparente. Si tan sólo la mitad del tiempo que se toma el gobierno en planear el circo, los cuentos y castigos se dedicara a hacer obra y proyectos, habría seguramente muchos y muy buenos motivos para aplaudirles.

Una petición a ti lector

¿Con qué cara dirán a sus nietos que en estas épocas fueron “cómplices silenciosos” de un gobierno que a todas luces nos trataba como niños de kinder, dándonos paletas cada 5 minutos con sus spots sobre los supuestos “avances”?

A todos mis lectores les pido que sean ciudadanos de verdad y alcen la voz. Es penosa y lamentable la falta de pantalones y de civismo de cientos de empresarios, funcionarios, jóvenes, rectores, académicos, medios de comunicación y ciudadanos en general que ante las evidentes mentiras e incompetencia del gobierno simplemente dicen “ya vendrá otro” o que sólo en corto critican, pero nunca a la luz pública y mucho menos de forma oficial. Perdónenme, pero si no se quejan de forma clara y contundente, no son ciudadanos de verdad. ¿Con qué ojos pueden ver a sus hijos? ¿Con qué cara dirán a sus nietos que en estas épocas fueron “cómplices silenciosos” de un gobierno que a todas luces nos trataba como niños de kinder, dándonos paletas cada 5 minutos con sus spots sobre los supuestos “avances”?

Los gobiernos que de verdad realizan proyectos no tienen que tirar tanto dinero en presumir lo que está a la vista de todos. Gobernantes, ¡dejen de darnos aspirinas y pónganse a trabajar! La verdad que aflora del trabajo es la mejor forma de curar los dolores de la sociedad.

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