Transparencia de ocho renglones: poca verdad y mucha mentira
En verdad cuesta creerlo, Kafka no lo hubiera imaginado tan grave, pero nuestro Gobierno Estatal tiene en su actuar uno de los desempeños más mediocres de los que se tenga memoria. Para muestra sobran botones, como el incumplir con la ley de transparencia, la negligencia al permitir que un vival se beneficie con un activo del gobierno y la mentira cuando nos dicen que el gobierno no gasta de más.
Es lamentable como se doblan los principios y se tiene que mentir a nombre de un gobierno. Sin embargo tenemos ahora a secretarios declarando que no se ha gastado más en la promoción de los “avances” sino que simplemente se ha cambiado la pauta de los anuncios. ¡Por el amor de Dios!, ¿a quién le quieren ver la cara? Si esa misma persona hubiera dado una respuesta parecida en su anterior puesto como empresario, sus accionistas lo hubieran mandado derechito al desempleo. Pero el gobierno que hoy tenemos es así, formado por hombres que tuercen las palabras, dicen verdades a medias o de plano mienten descaradamente.
El mejor aliado para que cualquier gobierno pueda mejorar su relación con la sociedad es transparentando sus acciones. Publicar los gastos detallados del gobierno promueve el uso eficiente de recursos pues los funcionarios se saben observados y auditados por la población. La transparencia, lejos de ser un lastre para el gobernante es el mejor incentivo para hacer bien su trabajo y ser reconocido cuando ello sucede.
La transparencia, lejos de ser un lastre para el gobernante es el mejor incentivo para hacer bien su trabajo y ser reconocido cuando ello sucede.
La transparencia en el gobierno no es una cuestión de buena voluntad, sino de cumplimiento de la ley. En Puebla desde hace un año la ley está vigente y obliga entre otros al “Poder Ejecutivo del Estado, sus Dependencias y Entidades” a que publiquen su presupuesto e “informes sobre su ejecución”, además de “licitaciones de adquisiciones y prestación de servicios, así como sus resultados”. En otras palabras, la ley obliga a que por ejemplo la Secretaría de Finanzas publique todo lo que se gastó en publicidad, cómo se licitó, quién ganó. Pues bien, te invito a que entres a www.transparencia.pue.gob.mx y compruebes que sin importar cual dependencia se consulta, el reporte llamado “informes sobre la ejecución del presupuesto” siempre es el mismo, sólo ocho renglones de egresos que de forma global nos dicen el gasto en servicios personales, materiales y suministros, inversión pública y otros. El gobierno no está cumpliendo con la ley: nos da un resumen consolidado de todo el poder ejecutivo, en un formato que por cierto es poco legible, tan legible como la “transparencia” que proyecta, mientras nos engaña con supuestos reportes por dependencia. Tampoco aparecen los resultados de las licitaciones, ni los servicios personales.
Hoy en el Estado de Puebla no se publica el costo de una carretera, el gasto en espectaculares, los gastos en despachos de abogados o la inversión en escuelas. La transparencia es un fantasma que sólo existe en los informes de gobierno y en los supuestos “avances”. Si el gobierno cumpliera, el secretario mencionado, no tendría ni siquiera que declarar sobre las pautas en la promoción del gobierno. La información podría verla cualquier ciudadano y comprobar la verdad o mentira sobre estos y otros gastos. La triste realidad es que mientras esto si se puede saber en otros estados, en Puebla seguimos en la época de las cavernas, ¡inundados de oscuridad! Los detalles del gasto simplemente no existen, nos están dando gatos virtuales por liebres electrónicas.
Los detalles del gasto simplemente no existen, nos están dando gatos virtuales por liebres electrónicas.
Mientras tanto el gobierno también miente al declarar que el citado portal de transparencia ha tenido 405 mil visitas ciudadanas. Esta cifra es falsa, pues es imposible tener ese número de visitas dado el “ranking” de dicho sitio en la página de Alexa (la cual mide la popularidad y visitas a millones de sitios en el mundo). Y para colmo, si lo que quieres es preguntarle al gobierno sobre un gasto en particular, la tarea es imposible, al menos en línea. Sólo un experto puede descifrar la complejidad del sitio para hacer una solicitud, y si acaso lo logra, al mandarla simplemente no pasa nada, el sitio muere. Para aderezar la incompetencia, sobra decir que la respuesta no te la pueden dar por correo electrónico, las opciones son disquete, CD o papel, objetos que forzosamente tienes que ir a recoger, matando la naturaleza del Internet. El gobierno no está cumpliendo ni con la publicación de información tal y como lo marca la ley, ni con dar respuestas en línea. La Comisión para vigilar que se cumpla con la transparencia está envuelta en escándalos y tampoco defiende lo que a todos los poblanos nos incumbe.
¿Complicidad o negligencia?
Sin lugar a dudas, dentro de tanto hermetismo y desdén por la ley se esconden muchos negocios turbios, pero incluso cuando la corrupción sale a la luz pública con pruebas fehacientes, el gobierno se hace de la vista gorda. Tal es el caso del robo del dominio puebla.com.mx, resguardado por un funcionario desde el sexenio de Manuel Bartlett. Pues bien, a su salida del gobierno hace unos meses, dicho funcionario simplemente “olvidó” entregar el dominio a su legítimo dueño: el Gobierno Estatal. No conforme con eso, puso el dominio, un bien público, al servicio del entonces candidato a gobernador del PRI: al teclear puebla.com.mx este sitio apuntaba al de mariomarin.com. NIC México, la empresa responsable de registrar dominios ha confirmado como el funcionario nunca dejó de tener dicho dominio bajo su resguardo, en otras palabras, compró el dominio para el gobierno estatal, pero ahora lo usa para fines particulares. El robo está plenamente demostrado y denunciado ya por varios periodistas desde hace meses, sin embargo el Gobierno no hace nada. Un bien público se usa con fines particulares ¿acaso para pagar facturas de campaña? El pretexto del “no sabía” se está agotando. El tiempo sigue pasando y la negligencia se está volviendo complicidad.
¿Desquitaste tu sueldo? mes 1
Este mes empiezo este pequeño recordatorio, siguiendo la noble idea de Germán Dehesa con su sección “¿Y qué tal durmió?”, para recordarnos mes a mes algunos pendientes de nuestros funcionarios. Tres pendientes les dejo hoy a los del gobierno estatal para desquitar su sueldo: 1. Cumplir con la ley de transparencia poniendo los gastos detallados por dependencia en Internet. 2. Hacer que el sistema de solicitudes de información en línea ya funcione ¿no les parece un año sin servicio demasiado? 3. Demostrar que no hubo complicidad con el robo de puebla.com.mx regresando dicho dominio al gobierno, licitándolo y castigando al ladrón… Esperemos pues la pronta respuesta de nuestras autoridades, que nunca dejan de presumir sus “avances”. Avancen pues con estos tres pendientes, aquí la sociedad espera…
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