“Soy limpiadora de mar”: crónicas de la Expo Zaragoza 2008, parte I
“¿Y a qué te dedicas?” le pregunté mientras cenaba en Cadaqués, España, el pequeño pueblo donde Dalí vivió la mayor parte de su vida – “Soy limpiadora de mar” fue su respuesta. Es quizá la más exótica profesión que haya escuchado de alguien en persona. Llegaba en un momento clave, justo esa mañana había dejado la Expo Internacional de Zaragoza, luego de tres fascinantes días donde pude ver los mejores esfuerzos de la humanidad por el cuidado del agua.
Asistir a una expo internacional es algo que todos deberíamos intentar hacer al menos una vez en la vida. Una expo es junto con las Olimpiadas el mejor tiempo para unir al mundo en una causa común olvidando las diferencias y exaltando lo mejor de nuestra civilización. Por un lado las Olimpiadas sacan a relucir el espíritu deportivo mientras que las expos destacan lo más avanzado de cada país en el tema específico correspondiente al año. Así la expo de Lisboa Portugal hace 10 años trató el tema del mar, mientras que la de Aichi, Japón hace tres años se dedicó a la sabiduría de la naturaleza. Es curioso pero justo en Aichi se presentaron los primeros prototipos de trajes de baño que imitaban la superficie de la piel del tiburón, el animal más rápido del océano. Ahora tres años más tarde ese aprendizaje nos brindó una avalancha de records de natación ya con el primer uso en Olimpiadas de estos trajes. ¡Lo visto hace unas semanas se lo debemos en buena medida al tiburón!
Una expo es junto con las Olimpiadas el mejor tiempo para unir al mundo en una causa común olvidando las diferencias y exaltando lo mejor de nuestra civilización
Ahora la Expo Zaragoza reunió a más de 100 países para mostrar sus logros y retos en el cuidado del agua. Este líquido será el elemento que en unos años provocará más guerras, migraciones masivas e inundaciones y sequías como nunca antes. Algunos países dieron la alerta de forma contundente: la poco agua dulce del mundo se está contaminando o bien está cambiando de lugar: de los glaciares hacia el mar o ríos, o bien evaporándose desertificando grandes regiones y provocando lluvias intensas en otras latitudes. Holanda impacta por ser de los países pioneros en unirse a la fuerza salvaje de la naturaleza, en lugar de combatirla. Ahora destina superficies de terreno específicas para que se inunden en lugar de querer contener infructuosamente cuando el agua puede más. ¡Imagínense si hubiéramos aplicado esa técnica en Tabasco! Dinamarca es líder en construir casas sobre el agua que suben y bajan con la marea, sujetas a unos postes que actúan como elevadores. Japón está retomando la práctica del “Edo” cuando hace siglos en los mercados se comercializaba todo el desperdicio. Había desde comerciantes de papel usado hasta compradores de heces animales y humanas. Todo se reutilizaba para evitar la más mínima contaminación de los ríos.
Además hubo pabellones de empresas, la sociedad civil y todas las provincias de España. Así pudimos ver cómo ya hay las primeras lavadoras de trastes que sólo emplean nueve litros de agua (una convencional emplea al menos cuatro veces más), o usar los nuevos mingitorios que la única agua que utilizan es la tuya, o casas que ya reciclan y reutilizan prácticamente toda el agua.
Las expos ofrecen además un encuentro gastronómico y cultural sin igual. En Zaragoza destacó un espectáculo a orillas del río que atraviesa la ciudad frente a la Expo con témpanos de hielo derritiéndose y otro más con hombres voladores que peleaban contra el hombre-agua disparando miles de litros de agua de sus cuerpos al compás de música electrónica y rayos laser.
La expo brindó un tiempo para nutrir la mente, estimular el espíritu y degustar el paladar en una España transformada donde ya los ríos vuelven a ser transparentes. Brindó días que nos dejan una mayor responsabilidad para que tú y yo cuidemos el agua, como Elvira una chica de Cadaqués que cada mañana parte en barco de seis de la mañana a cuatro de la tarde para limpiar el Mediterráneo, un mar que cada vez tiene menos basura por esfuerzos como el de ella. Esta “limpiadora de mar” trabaja hoy en una fascinante profesión en un pueblito de menos de 10,000 habitantes. Me pregunto ¿cuántos limpiadores de mar y ríos habrá en nuestro país? Me pregunto ¿cuándo tendremos al primer joven orgulloso de decir “soy limpiador del Atoyac”?. Me pregunto ¿cuándo será Valsequillo cristalino nuevamente? Decenas de países del primer y tercer mundo ya están limpiando su agua. Su gente está tomando las riendas de su destino. La Expo Zaragoza nos mostró el camino, la decisión para limpiar el agua en Puebla es de nosotros… (continuará).
Me pregunto ¿cuándo tendremos al primer joven orgulloso de decir “soy limpiador del Atoyac”?
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ResponderEliminarcool
ResponderEliminarMuy buen articulo Iñaki, pero sigo esperando la segunda parte eh? Es bueno que hagamos conciencia porque a todos nos gustaria tener un Mexico mas limpio pero pocos nos preocupamos por hacer algo al respecto..
ResponderEliminarHola Aki,
ResponderEliminarTe felicito por tus articulos
muy completos e inspiradores
Besos desde España
Por cierto, los trajes de bano de alta tecnologia, sabias que los hacen en Tlaxcala
ResponderEliminarSergio Quintana