El tiempo estúpidamente “aprovechado”
Apenas escuché una frase que se me quedó muy marcada: “Dios perdona, pero el tiempo no”. Con ella en mente creo que todos hemos visto actividades y profesiones que literalmente son una pérdida de tiempo y por ende de recursos. Veamos algunos ejemplos.
Tenemos el típico caso de soporte al cliente en un banco o compañía de telefonía: te contestan y te piden nuevamente los datos de la línea o tarjeta que antes habías tecleado para poder llegar a la persona. El reenvío de correos cadena sin sentido: a ti te toma 5 minutos leerlo y al reenviarlo a 10 amigos comprometes 50 minutos colectivos de improductividad.
Los oficios sin sentido… Si eres economista o actuario, sería interesante que midieras qué porcentaje de los que pasan frente a una gasolinera se deciden a entrar sólo porque un empleado a la orilla de la calle mueve y mueve su franela. Si de cada mil automóviles que pasan diez entran a la gasolinera sin trapero… estoy casi seguro que los mismos diez entrarán con trapero. ¡El único que gana es el músculo del brazo agita-trapos (y quizá sufre tendonitis por abuso del mismo)! ¿No sería mejor que esa persona saludara a la gente, limpiara los parabrisas, ofreciera checar el aceite…? Estoy seguro que llegarían y sobretodo regresarían más clientes.
Oficio muy cercano que seguro aparece en las bolsas de trabajo: “se busca experto mueve linternas para entrada de antro”. Si pasas por Cholula verás que abundan estos “profesionales”. Dudo que unos chavos en busca de diversión cambien su destino sólo porque alguien agita su linterna para decirles con rayos intermitentes “aquí hay fiesta, ¡entren!”.
Y qué tal el típico “inserta boletos” cuyo sentido de productividad es tomar el ticket e insertarlo en la máquina para que evites 2 segundos de esfuerzo y estiramiento de brazo. No distan mucho de ellos los diputados que tardaron año y medio en sacar a un mentiroso de la Comisión de Acceso a la Información. Si ellos son los que legislan y pueden cambiar las leyes y así de bien y rápido hacen su chamba… ¿a poco no son expertos de la improductividad?
No distan mucho de ellos los diputados que tardaron año y medio en sacar a un mentiroso de la Comisión de Acceso a la Información
Y el trofeo es para…
No encuentro evento más cercano al campeonato de la improductividad que los informes de gobierno y las típicas inauguraciones, lanzamientos de la semana de tal o cual programa y todos los demás que salen a diario en los periódicos: llegan cientos o miles de campesinos, comerciantes, empresarios o acarreados según el tipo de evento.
No encuentro evento más cercano al campeonato de la improductividad que los informes de gobierno
Tomemos para muestra el último informe del Gobernador. Si sumamos el costo de oportunidad de todos los que ahí se dan cita en lugar de estar trabajando tenemos unos $3,600,000 (Sueldo promedio de los profesionistas, secretarios, diputados, empleados y empresarios de $300/hora x 3,000 asistentes x 4 horas de ida, estancia y regreso). A eso hay que agregarle el costo de traslado de unos mil automóviles, renta de salones, cámaras, edecanes (fácilmente completamos otro $1,400,000). Así tenemos que un informe genera gastos innecesarios de unos cinco millones de pesos. Si comparamos como se dan los lanzamientos e informes por ejemplo en Estados Unidos tenemos típicamente a un grupo de 50 reporteros en un mismo salón y medios masivos para replicar el mensaje… ¡qué diferencia!
Estamos en crisis severa… ¿Quieren ahorrar? Que tal eliminar los típicos eventos de besamanos y triple palmada en la espalda. Con el costo de cada informe, inauguración o lanzamiento se podrían fácilmente comprar entre mil y cinco mil computadoras. ¿A dónde están las prioridades de los políticos? Veamos en las próximas semanas si de veras se ponen las pilas y aprovechan su tiempo y el tuyo.
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